miércoles, 2 de abril de 2008

Crítica de César Pradines

Viernes 21 de julio de 2006

Publicado en la ed. impresa de Espectáculos del diario LA NACION
Viernes 21 de julio de 2006

En las fronteras de la melodía

Teodoro Cromberg y Acaso de los Engranajes, con Daniel Johansen en saxo soprano, Juan Pablo Arredondo en guitarra, Teodoro Cromberg en teclados y sampler, Jerónimo Carmona en contrabajo y Rodrigo Gómez en batería.

El segundo encuentro del ciclo Fronteras, organizado por el Centro Cultural Rojas, con la presentación del grupo Acaso de los Engranajes, del compositor y pianista Teodoro Cromberg, fue una propuesta sumergida en la más absoluta militancia en la música contemporánea, de corte muy inclinado al serialismo en la línea de Anton Webern.
Una propuesta árida en cuanto a la estrictamente musical, pero abierta en cuanto a la interpretación, pues básicamente el grupo de Cromberg proviene del jazz, lo que permitió un cruce, no muy profundo en sí mismo, pero de una notable solvencia técnica.

Ocho composiciones de Cromberg en las cuales tomó ciertos patrones, por ejemplo, agrupaciones de notas efectuadas sin tempo , un "no ritmo" que el grupo cumplió ordenadamente, aunque por momentos parecían inclinados hacia algún lado, a través de un pulso o un beat, que no llegó a consumarse. Acaso de los Engranajes mostró un proyecto que tiene una concreta aproximación a la edificación de sonoridades, desprovistas de acuerdos melódicos y que apuntaría a construir un camino de tensión/relajación. La propuesta mostró ciclos sonoros, con cambiantes protagonistas que buscaron interpretar, a través de timbres e intervalos, el clima deseado. Construir y destruir, surgir y apagarse, sonido y silencio, podrían ser tres de los estados en los que la propuesta mostró una forma de expresividad, más aparente que real.

Tanto en "Partes 1" como en la composición "Acaso los engranajes" Cromberg desarrolló la denominada estrategia de improvisación y creación colectiva a través de las sonoridades, algo a lo que no es sencillo, ciertamente, encontrarle más sentido que un escalonamiento sonoro, con momentos más lúcidos por la formas, menos abstractas y más reconocibles, pero que siempre quedan en el campo de la interpretación libre.

En "Acaso...", la propuesta se basó en agrupaciones de doce notas hechas por cada uno de los instrumentistas de manera diferente. Nada de pulsos; más bien un concatenamiento sonoro con énfasis en la combinación de este ensamble de buen nivel técnico, férreamente guiado por las partituras.

¿Cuál es la frontera de esta propuesta? Por lo escuchado, este grupo toma a músicos de jazz para desarrollar relaciones tímbricas y desatarse durante el concierto de todo pulso dominante. La propuesta, que tuvo en su final composiciones como "Inarmonicidades", un título que habla por sí solo, o "Intervalos II", en el cual la
composición tomó como matriz de la sonoridad los intervalos de séptima y segunda, terminó por tener un cariz estético.
César Pradines

La experiencia Acaso de los Engranajes

La relación entre la nueva música “clásica” y la música de jazz promete ser siempre fructífera, aún cuando se trate de discursos no tonales o puramente tímbricos.

"Acaso de los Engranajes" es un proyecto de Teodoro Pedro Cromberg que integra la experiencia musical diversa de sus miembros en campos estéticos que se nutren del jazz, la música "clásica-contemporánea" y la música electroacústica. Algunos de los trabajos presentados proponen técnicas compositivas y estrategias de improvisación y creación colectiva, propias de la nueva música de concierto, a músicos entrenados en las destrezas específicas del jazz. En otros, ejecuciones instrumentales apoyadas en relaciones puramente tímbricas, habituales ya en la creación musical actual, se incorporan al sampler y a pistas electroacústicas precompuestas.

Los integrantes de "Acaso de los Engranajes" son: Daniel Johansen en saxo soprano, Juan Pablo Arredondo en guitarra eléctrica, Jerónimo Carmona en contrabajo, Rodrigo Gómez en batería y Teodoro Pedro Cromberg en teclados y composición.

martes, 1 de abril de 2008

Crítica de Benjamín Domenech de El Sonidero

Viernes 3 de Agosto de 2007 BS.AS. | ARGENTINA

En el marco del ciclo de música electrónicaexperimental-noise, se presentará por última vez este miércoles el quinteto reunido por Teodoro Cromberg: Acaso de los engranajes.

Organizado por el baterista Rodrigo Gómez (Gordolöco Trío), el ciclo presenta características y sonidos únicos en manos de los más grandes referentes de la escena local de jazz.

Acaso de los engranajes trabaja bajo un precepto matemático que confunde cada uno de los instrumentos, elaborando un pentagrama cronométrico, un meticuloso entreverado de sonidos. Así, la falsa simetría entre Acaso... y el free jazz parte sólo del aparente desorden de las notas que componen el sonido, de una intensidad a la que al público se invita.

El sonido que de Acaso... se desprende -y que tanto remite al New Jazz Quartet de OtomoYoshihide- tiene mucho que ver con las relaciones que entre los instrumentos se mantienen.

Como en las composiciones de Urquiza, se trabaja en dúos dentro del quinteto: la base rítmica de Brandán-Carmona, o Cromberg (piano) y Arredondo (guitarra). Cada pareja de instrumentos sigue una propia melodía dentro de la que se alejan o se juxtaponen, como en un juego.

Muchas de las canciones abandonan -por momentos- el barroco y se abren camino a la experimentación. Las notas de la batería o de la guitarra pasan a tener menos que ver con su musicalidad que con la materialidad del instrumento. Se apunta a un mismo objetivo, a una democracia del sonido estrictamente físico o material. En ningún momento se apartan las canciones de esa intensidad a la que al público se somete. Las breves palabras de Cromberg entre tema y tema son bocanadas de aire dentro de una materia densa y atrapante que es Acaso...

Para pocos e interesados, el conjunto crea un clima que -como se comprueba- no todos pueden resistir.
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